lunes, 29 de agosto de 2011

Un proyecto compartido

Siempre estamos a salto de inventar algún motivo para realizar un proyecto fotográfico, alguna excusa que nos haga coger la cámara y hacer alguna toma. Generalmente, solemos hacerlo en fiestas, quedadas, para algún que otro concurso, o por el simple placer de sacar la cámara a pasear, sin un objetivo determinado, simplemente a ver que sale.
Yo ya llevo algún tiempo dándole vueltas a un proyecto, pero siempre encuentro alguna excusa para evitar hacerlo. Hoy me he puesto a pensar, y me he dado cuenta de que si no me animo a llevarlo a cabo, es por simple vergüenza. Y la verdad es que pensándolo detenidamente, tan solo se trata de andar por la calle y hacer lo que uno hace a diario, pero con tu cámara como testigo. ¿O a lo mejor no es tan sencillo?, no lo sé. Lo que sí sé, es que si no intento hacerlo, será una de esas muchas ideas que a uno le pasan por la cabeza y al final se pierden en ese limbo del olvido, o de las que siempre te arrepientes de no haber llevado a cabo.
Ciertamente es ya va siendo hora de contar algo, no hacer tomas sueltas aquí y allá, sino de contar historias que son parte de una sola historia, y conocer vidas que son parte de la vida.   
¿Y por qué no empiezas hoy?, me he preguntado. Y puede que lo haga.
Pero por otro lado creo que sería más bonito hacerlo de forma compartida, y creo que así lo hare. Quizas con cinco o diez compañer@s.
Por tanto, no os extrañe recibir uno de estos días un correo invitándoos a participar en él. Y espero que os guste y aceptéis el reto.
Un abrazo a todos.

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